WATTLES, Wallace
La ciencia de hacerse rico.
1a. Ed., Lectorum
Buenos Aires, Argentina 2009
94 p.
Un libro con una muy buena introducción del tema de la prosperidad financiera, en cierta forma va ligado con los principios de uno de los libros que leí recientemente: El valor de dar y que me gustó mucho.
Me gustó la forma en la que trato el tema; hacer lo que te apasiona, disciplina, constancia, la calidad y amor que imprimes en tus actos diarios son los ingredientes que siguen sobresaliendo en el logro de objetivos.
Este libro maneja principios realizables, no sólo se basa en la visualización, que fue uno de los puntos que detesté del libro de El secreto escrito por Rhonda Byrne, pues no todo depende de visualizar e imaginar una vida mejor, se requiere de acción y otros elementos para prosperar. El libro de la ciencia de hacerse rico marca algunas pautas importantes para el logro y materialización de objetivos. Es ameno, con un lenguaje sencillo y bien estructurado. Explica los principios básicos de la riqueza, aunque no profundiza en el tema; para ello sería recomendable leer otros libros además de este tal como: Padre rico, padre pobre de Robert Kiyosaki ó bien Piense y hágase rico de Napoleón Hill.
A continuación algunos puntos que me interesaron del libro:
Existen tres motivos que impulsan cada una de nuestras acciones: mantenernos saludables, desarrollar nuestra inteligencia y conservar nuestro espíritu. Cada una es fundamental, todas conforman la esencia humana, mientras estén en el equilibrio exacto que nos permita vivir plenamente.
Cualquier habilidad que nos negamos a desarrollar queda clavada en nuestro espíritu como una gran frustración. Cada uno de nuestros deseos surge de una cualidad que necesita ser desarrollada, un mecanismo que tiende a deteriorarse si no se le da el uso correcto.
Si observamos a quienes prosperan, encontramos que son personas promedio en general. Es notorio que su riqueza no tiene que ver con capacidades extraordinarias, sino con la manera como actúan y aprovechan los recursos que tienen.
Por lo tanto, si la riqueza es consecuencia de ciertas acciones realizadas de determinada manera, que producen un resultado exacto sin importar el caso, podemos decir que lograr la libertad financiera se debe a una ciencia exacta.
No tiene nada que ver la actividad, profesión y negocio que desempeñes, la gente se puede enriquecer con cualquier actividad, aunque el de a lado no lo logre. No obstante, es indudable que te será más fácil lograrlo si haces algo que te guste y con lo cual sientas afinidad.
Siempre habrá oportunidades para quienes usan su ingenio e iniciativa para crear una fuente de ingresos ante los obstáculos, en lugar de chocar contra las paredes quejándose de lo injusto de la situación.
Los trabajadores no están destinados a la pobreza por sus jefes ni por las grandes empresas o los bancos. Ellos están colocados en un lugar poco afortunado, como resultado de sus acciones, que han sido contrarias a los principios del éxito.
El segundo principio dice que la actuación de una persona es resultado directo de sus pensamientos y de la manera en que los hace realidad.
Cada uno de nosotros tenemos el poder natural de concretar todo aquello que pensamos, ya sea un objeto o una idea, pero se requiere de una gran disciplina para mantener nuestra mente concentrada en lo que queremos y la manera en cómo obtenerlo.
Actuar para mantener las apariencias es fácil, pero vivir de acuerdo con nuestro propio criterio, sin importarnos lo que los demás opinen, es más difícil y requiere de mayor esfuerzo.
Las dificultades reales se pueden superar, son las imaginarias las que son imposibles superar. Theodore N. Vail.
La motivación es como alimento para la mente. No puedes tener suficiente en una sola comida. Necesita ser alimentada continua y regularmente. Peter Davis.
Es imposible obligar a otros a hacer algo por la fuerza. La motivación es personal y está en el interior de cada individuo . Muchas veces creemos que forzamos a las personas por su bien, pero lo cierto es que la decisión de triunfar, ser feliz y prosperar sólo le pertenece a cada individuo.
No puedes obligar a alguien a que desee tener una vida mejor. En la mayoría de los casos, cualquier intento de usar tu voluntad para lograr que otros triunfen sólo conseguirá desviarte de tus propios objetivos. Más que tu voluntad, lo que puede ayudarlos es tu ejemplo.
Cada día o momento que dudas o tienes miedo, cada momento que te preocupas, cada instante que faltas a tu fe, tus deseos se van disipando.
Cuida lo que piensas, porque tus pensamientos, creencias, moldearán en gran medida tus logros. Es vital que controles a qué le prestas atención y que no permitas que entren pensamientos negativos en tu mente. Es aquí donde debes usar tu voluntad, porque es ella la que determina qué cosas van a llamar tu atención y a qué cosas vas a permitirles que encuentren cabida en tu mente.
Los pobres no necesitan compasión, necesitan inspiración. La compasión sólo les manda un pedazo de pan para mantenerlos vivos en su miseria o les da entretenimiento para que olviden por un rato su condición. Pero la inspiración puede lograr que se levanten y salgan de su miseria. Si quieres ayudar a los pobres, demuéstrales que se pueden hacer ricos. Demuéstraselos abriendo tú el camino.
Convéncete de que el mundo es hermoso y el futuro está lleno de oportunidades y abundancia.
Es verdad que las condiciones actuales para la mayoría de las personas no son las óptimas, pero es una situación pasajera. Entre más te enfoques en el proceso que tienes que llevar a cabo para obtener riqueza y ser exitoso, más rápido se cumplirán tus expectativas; así que, ¿para qué malgastar tiempo y atención en cosas que van a desaparecer, cuando te puedes enfocar en las cosas que se están desarrollando?
En resumen, lo que puedes hacer para ayudar a los demás es mejorar tu propia vida, utilizando al máximo tu potencia y los dones que posees.
Haz cada día todo lo que puedas hacer. Entrega el cien por cien de tu energía en la realización de tus sueños y sobre todo hazlo de manera eficaz.
Buen libro, lo recomiendo, así que no dudes en tener tu ejemplar.
¡Saludos!